La miel es uno de los alimentos más completos y que más beneficios aportan a la salud de los niños, es un endulzante completamente natural que puede ser un buen sustitutivo del azúcar. Favorece el crecimiento de los más pequeños y además aporta toda la energía que los niños necesitan para afrontar las largas jornadas escolares.
Las cinco propiedades principales de la miel
1. Alto contenido en vitaminas y minerales. Gracias a las vitaminas y los minerales que contiene, la miel ayuda al correcto desarrollo y crecimiento de los niños. Además, es un alimento perfecto para el desayuno ya que aporta mucha energía para que los más pequeños vayan a la escuela con ganas.
2. Mejora la digestión. La miel favorece la actividad del sistema digestivo ayudando a la metabolización de los alimentos, razón por la cual es un ingrediente clave para aliviar indigestiones de estómago o el estreñimiento.
3. Protección del sistema circulatorio y nervioso. La miel aumenta la producción de los glóbulos rojos y, por tanto, protege el sistema circulatorio y regula el sistema nervioso. También ayuda a la recuperación física y mental.
4. Aumenta las defensas. La miel también ayuda al sistema inmunitario con el aumento de las defensas. Esto hace que los niños que consumen miel más habitualmente estén más protegidos contra infecciones.
5. Actividad antiinflamatoria. ¿Quién no ha tomado leche con miel cuando tenía dolor de garganta? Pues esto es debido a que las propiedades de la miel convierten este alimento en un antiinflamatorio natural. De hecho, se ha utilizado como antiinflamatorio desde hace muchos años.
Cómo introducir la miel en la alimentación de los niños
No se recomienda el consumo de la miel en bebés con menos de un año, ya que se relaciona con el riesgo de que sufran botulismo infantil debido a que su sistema digestivo aún es muy débil.
Sin embargo, el consumo de la miel a partir del año de edad es recomendable e incluso muy necesario para una correcta alimentación. ¡Y no es nada difícil incluir la miel en las diferentes comidas!
Debe estar, como mínimo, en desayunos y meriendas, ya que son los dos momentos del día en los que los niños necesitan más energía. Para los desayunos se puede combinar con el vaso de leche o incluso con pan tostado con un poco de miel. Para la merienda también hay galletas con miel, ¡o se pueden hacer caseras!
Antes de ir a dormir también puede ser una buena idea que el niño o niña se tome un vaso de leche caliente con un poco de miel, ayuda a relajarse y conciliar el sueño mucho más rápido.
Newsletter
Suscríbete a nuestro newsletter y recibe información sobre nuevos emprendimientos que vamos conociendo en Casanare y que aportan cosas bonitas al planeta, también temas de turismo, cultura y crecimiento personal.