Sumérgete en la tradición de los llaneros de Casanare. Descubre el ritual del «trabajo de llano», una experiencia de turismo rural que te conecta con la naturaleza, la cultura y un profundo bienestar interior.

Más que ganadería, un ritual de conexión y tradición

En las vastas llanuras de Casanare, la ganadería es mucho más que una actividad económica; es el corazón de una cultura ancestral, un ritual de conexión profunda entre el ser humano, los animales y un territorio indomable. El “trabajo de llano”, una faena que se realiza dos veces al año, es el escenario donde esta tradición cobra vida. Esta práctica, transmitida de generación en generación, es una oportunidad única para vivir un turismo rural auténtico, que te permite ir más allá del simple viaje y entender el verdadero significado de la vida llanera. Al sumergirte en esta experiencia, no solo te conviertes en un observador, sino que participas activamente en un estilo de vida que promueve la paciencia, el respeto y la reconexión con lo esencial.

Los protagonistas: un baile al ritmo del amanecer

La jornada del trabajo de llano comienza mucho antes del amanecer, cuando el canto de los gallos se mezcla con el murmullo de los preparativos. Los vaqueros, conocidos como «llaneros», se reúnen con sus fieles caballos, sus «corceles». A la luz de la luna y las linternas, se preparan para la danza: un baile que se realiza al ritmo del ganado, el canto de las aves y los sonidos que solo la inmensidad del llano puede ofrecer.

El trabajo requiere una armonía perfecta. Cada llanero tiene una tarea específica: unos se encargan de la «saca», otros de los «orejeros» y los «arreadores», todos enlazados en un esfuerzo colectivo. La experiencia de verlos trabajar es una lección de humildad y sincronía, donde cada movimiento está lleno de propósito y respeto por el entorno.

El «Canto de Vaquería»: El alma de una tradición milenaria

Uno de los elementos más conmovedores del trabajo de llano es el canto de vaquería. Estos cantos no son solo melodías; son un lenguaje ancestral que el llanero utiliza para comunicarse con el ganado, para calmarlo y guiarlo a través de la inmensidad de la sabana. En 2017, la UNESCO reconoció estos cantos como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, destacando su importancia en la conservación de la tradición oral y cultural de la región. Escucharlos en vivo, en su hábitat natural, es una experiencia que te transporta en el tiempo y además, te permite sentir la profunda conexión del llanero con su tierra.

 Una experiencia inmersiva para el viajero

Para quienes buscan una experiencia de viaje transformadora, participar en un trabajo de llano ofrece algo más que una simple actividad turística. Puedes adentrarte en la cultura llanera, aprender de los vaqueros sobre su vida diaria y sus saberes tradicionales, y disfrutar de actividades típicas como el ordeño y los trabajos del corral.

  • Avistamiento de fauna: El llano es un paraíso para los amantes de la naturaleza. Mientras participas en las faenas a caballo, tendrás la oportunidad de avistar una fauna exuberante, incluyendo manadas de chigüiros, venados, osos hormigueros, babillas y una infinita variedad de aves.
  • Conexión interior: La tranquilidad del llano te ofrece un respiro del ajetreo de la vida moderna. Te invita a dejar de lado las pantallas digitales y a reconectar contigo mismo, mejorando tu estado de ánimo, reduciendo la ansiedad y fomentando la creatividad.
  • Gastronomía y atardeceres: La experiencia se complementa con la gastronomía típica de la región, que podrás compartir a la luz del fuego con los locales. Y por supuesto, los atardeceres llaneros, famosos por su belleza, son el cierre perfecto para una jornada inolvidable.